Una particularidad del Laberinto es que es la única Geometría Sagrada con la que se puede interactuar físicamente, se puede entrar en ella, se puede recorrer, ayudándonos a encontrar nuestro centro, dándonos respuestas, impulsando nuestro autoconocimiento, haciéndonos dar cuenta de nuestros bloqueos, sanando nuestras heridas… las posibilidades que se pueden trabajar con el Laberinto son infinitas.

  El Laberinto clásico es una Geometría Sagrada con miles de años de antigüedad que nos ayuda a conectar con nuestro Ser interno, con la Tierra, con el Universo y que nos guía en el Camino de la vida.

  El Espacio y el Tiempo desaparecen cuando entras en un Laberinto Sagrado. Sus caminos te llevan hacia tu vacío interior, el lugar donde hallar respuestas, soluciones, orientación, equilibrio… y renacer con cada paso en el recorrido de salida.

  El laberinto es un círculo sagrado, un lugar de poder, un centro en el que todo es posible, del que todo nace, en el que todo muere. Una llave que conecta todos los mundos, internos y externos. Es un camino de autoconocimiento, de conexión con todas las Eras de la existencia.